miércoles, febrero 08, 2017

La clase de solfeo

Tengo muchas ganas de hacerme daño, hoy no fue tan terrible, mis compañeros reían las bromas y burlas del maestro, todos se sienten humillados y desanimados, asustados; pero todos piensan que no hay nada que hacer y que ni modo y yo me siento la loca pensando que deberíamos luchar por un trato digno. 

Trato de mantener la calma al salir y platicar con mi hermoso hijo en la caminata vuelta a casa, termino contestándole de forma grosera y lo hago llorar y entonces me odio por no ser mejor persona y poder soportar todo esto sin que el tenga una madre mala, dentro de mi cabeza se repite mil veces malamadre malamadre malamadre; y entonces me muerdo la mano, el mayor gesto de exasperación que me permito, pero no parece suficiente, quisiera golpearme, cortarme, ¿acaso estoy loca porque sólo a mi me afecta así? (a pesar de que ya varios compañeras han abandonado la escuela). 

Todo esto es muy jodido y es mi única oportunidad, no hay otra escuela pública de artes para gente de mi edad, todo se ve negro y sigo luchando contra corriente, luego de haber estado tan contenta ayer por haber logrado estudiar las tres cosas, violín, contrabajo y solfeo, algo que casi nunca logro en un día debido a mis obligaciones maternales y administrativas del hogar.

En fin, iré a disculparme con mi hijo, a esforzarme más por ser mejor madre y tratar de evadirme del horror de las clases con la esperanza de que pronto se acabe el año escolar y el nuevo sea mejor.