jueves, febrero 05, 2015

Suzuki Fest 2015 :: El problema con la traducciones

Hemos participado ya en cuatro festivales Suzuki, tres en  Costa y uno en México.

Casi siempre en la clases a las que asisto ya sea como mamá, o alumna, grupales o individuales, termino haciéndola de traductora, y es que aunque algunos maestros que vienen hablan bastante español, no les resulta siempre fácil encontrar las palabras necesarias en el momento.

A veces asignan a alguna maestra de violín para que haga las traducciones, pero esto tampoco resulta siempre lo más adecuado.

Lamenté mucho, por ejemplo, una clase maestra a la que asistí y llegamos tarde, para entonces ya había una maestra haciendo la traducción. En este caso ni el niño ni la madre comprendían inglés, la maestra se esforzó por explicar que el niño debía distinguir entre los arcos grandes y los pequeños, primero lo mostró haciéndolo ella y luego con palabras, pero la que traducía sólo le decía al niño que siguiera a la maestra y que lo hiciera "grande", el niño no comprendió y su tiempo de clase se desperdició. Al final la maestra dió una explicación más larga sobre técnicas de estudio para este caso y cuando la madre preguntó, la traductora sólo le dijo que esa explicación era para ella, que es maestra, a mi me parece que la mamá necesitaba saberlo, pero no me atreví a intervenir.

No creo que la traductora estuviera actuando de mala fe, sólo que no entendió la importancia de su papel.

Otro punto importante es que, tanto en el Suzuki como en otro métodos de enseñanza, lo que no se dice es al menos tan importante como lo que no se dice. Por tanto hay que tener sensibilidad para saber qué decir y qué no. Cuando el maestro esta tratando de que los niños asimilen las cosas con gesticulaciones no es el momento para traducirles nada, pero cuando el maestro habla y uno puede percibir que no todos los niños o los padres (que también son de gran importancia) comprendieron, es momento de intervenir.

Como en todo proceso de traducción hay que tratar de comprender el contenido para no hacer una traducción literal que no tenga sentido, interpretar los gestos y por supuesto saber algo del tema, para comprender términos que son más específicos a esta área, como las partes del arco, los nombres de los dedos de la mano, de las piezas en ambos idiomas, etcétera.

Creo que no está bien dar por sentado que todos lo niños y padres dominan el inglés, si el festival ocurre en un país en el que el español es la lengua oficial, resulta casi discriminatorio no atender estos asuntos. Por otro lado el festival es una maravilla y el resultado de un esfuerzo muy grande por sus organizadores, pienso que una solución sencilla a esto sería al menos asignar un padre voluntario como traductor para asegurarse que haya al menos uno en todas las clases.

Por lo demás seguimos disfrutando muchísimo de esta  experiencia hermosa.

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